Iglesia Bautista Gracia Redentora

La historia de nuestra iglesia comenzó el 24 de octubre de 2013 siendo una pequeña obra misionera en la casa del hermano Gabriel Barahona Araya, quien más adelante fue ordenado como pastor. Esta plantación fue conocida inicialmente como “Misión Bautista Monte Horeb”, nombre con el cuál funcionó por casi 3 años y fue constituida en su inicio por diez hermanas que perseveraban por la gracia del Señor.

El día 2 de julio de 2016 aquella misión fue constituida formalmente como iglesia con una membresía de casi 40 miembros, con el propósito de glorificar a Dios siendo columna y baluarte de la verdad del evangelio en nuestra comunidad. En ese entonces, la iglesia decidió cambiar su nombre a “Iglesia Bautista Gracia Redentora”, comenzando así una nueva etapa de vida, poniendo fundamentos y creciendo en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Desde el día 02 de marzo de 2018 IBGR goza de personalidad jurídica teniendo el N° de Registro 41997.

El día 26 de mayo de 2019, es ordenado al ministerio pastoral de la iglesia, el hermano Juan Jara Salazar, quien junto al pastor Gabriel Barahona trabajaron en pro de la edificación de IBGR.

Desde el mes de mayo de 2021 el pastor Juan Jara comienza a servir a tiempo completo en su labor pastoral, ya que el pastor Gabriel Barahona se traslada a la localidad de San Carlos, para hacerse cargo de una plantación.

Dios ha permitido tener desde aquel tiempo, una etapa de desarrollo y crecimiento ministerial que nos ha desafiado a comprometernos más con el servicio a nuestro Dios en nuestra amada iglesia, con la esperanza de que seamos instrumentos útiles para llevar el evangelio a los perdidos y contribuir en la edificación de la vida de los creyentes hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe, a la estatura de la plenitud de Cristo.

El día 18 de diciembre de 2022, IBGR reconoce el servicio a la congregación de 3 hermanos, los cuales son ordenados como diáconos de la iglesia, los hermanos Daniel González, Juan Carlos Basoalto y Juan Manuel Basoalto.

Nuestros hermanos han de sido de mucha bendición para nuestra congregación, encargándose de temas prácticos, administrativos y las necesidades materiales de nuestra iglesia. Siendo de gran apoyo para nuestro pastor.

Misión

Ser una comunidad de discípulos que hacen discípulos guiados por el poder del Espíritu Santo y confiados en la suficiencia de las Escrituras.

Visión

Nuestro anhelo es ser una iglesia donde Cristo sea conocido, vivido y glorificado.

¿Qué creemos?

Ante todo, creemos que la Biblia es la Palabra inspirada por Dios, inerrante, infalible y suficiente para todas las necesidades del ser humano. Es la fuente de toda verdad absoluta y la única autoridad y regla de toda creencia y conducta para la humanidad. Ella está por sobre toda declaración doctrinal y confesión de fe.
En nuestros tiempos posmodernos, donde la iglesia de Cristo ha sido presa de tantas enseñanzas alejadas de la ortodoxia bíblica, se hace necesario que las iglesias locales tengan un marco de referencia teológica en el cual sean reconocidas las verdades fundamentales de la fe cristiana que han sido aceptadas y creídas históricamente por la iglesia de Cristo.
Este marco de referencia lo dan de forma excepcional las confesiones históricas de fe, que han sido una forma de sistematizar aquellas verdades doctrinales contenidas en la Biblia para una mayor comprensión de la fe apostólica.

Acerca de La Confesión Bautista de Fe de 1689

Nuestra iglesia, en particular, adhiere de manera plena a la Confesión de Fe Bautista de Londres escrita en el año 1689 por ministros e iglesias locales que se identificaban con los postulados de dicha confesión.

A continuación, una reseña de Charles Spurgeon sobre la CFBL-1689:

“Este pequeño tomo no se presenta como una regla autoritativa ni como un código de fe, sino como una ayuda en casos de controversia, una confirmación en la fe y un medio para edificación en justicia. En él los miembros más jóvenes de nuestra iglesia tendrán un conjunto resumido de enseñanzas divinas, y por medio de pruebas bíblicas, estarán preparados para dar razón de la esperanza que hay en ellos. No te avergüences de tu fe; recuerda que es el antiguo evangelio de los mártires, confesores, reformadores y santos. Sobre todo, es la verdad de Dios, contra la que las puertas del infierno no pueden prevalecer. Haz que tu vida adorne tu fe, haz que tu ejemplo adorne tus creencias. Sobre todo, vive en Cristo Jesús, y permanece en él, no creyendo ninguna enseñanza que no haya sido manifiestamente aprobada por él y sea propia del Espíritu Santo. Aférrate a la Palabra de Dios que aquí es explicada para ti.” – Charles Haddon Spurgeon (1834-1892)

Por la Palabra de Dios entendemos que Dios creó todas las cosas para su gloria y creó al ser humano para llevar a cabo sus propósitos gobernando su reino en este mundo. Nuestros primeros padres cayeron de su estado de inocencia, violando el pacto y rebelándose contra el Creador, y sumieron a la humanidad en la miserable realidad del pecado, la corrupción y la muerte. Cada ser humano heredó ese pecado, la culpa y el castigo, por eso la Palabra de Dios declara que todos estamos bajo el pecado y la justa condenación eterna.

Pero Dios, en su amor e infinita misericordia, se hizo hombre en la persona de su eterno Hijo, para vivir una vida de obediencia perfecta a la ley de Dios y para morir, llevando Él el pecado, la culpa y el castigo de todos aquellos que en arrepentimiento, le reciben y confiesan como Señor y Salvador de sus vidas. Jesucristo es Señor y Dios y es el único Camino de salvación.

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.

El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él. Juan 3:16-19,36

De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24

La Autoridad de la Palabra de Dios

En este mundo de valores relativos y confusión moral, creemos en la Palabra de Dios, inspirada e inerrante. Ella es la única y suficiente autoridad y ayuda para la vida y la piedad de toda persona, siendo la fuente de toda verdad absoluta. La Palabra de Dios no es un libro de temas, sino la revelación del plan redentor de Dios a través de su Hijo, y cuyo desarrollo está en cada uno de los 66 libros de la Biblia. En IBGR valoramos la centralidad de las Escrituras, la predicación expositiva y la enseñanza fiel y sistemática de la Palabra de Dios.

El Poder del Evangelio

La única esperanza que todo pecador tiene de recibir el perdón de Dios y la vida eterna está en la persona y obra de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Esta buena noticia es el mensaje del evangelio y creemos que el pueblo de Dios debe conocer profundamente y compartir diligentemente este mensaje de vida y perdón a toda persona en este mundo. Valoramos el ser discípulos que hacen discípulos.

Amar a la Iglesia de Cristo

Como IBGR valoramos ser personas que aman la iglesia de Cristo. Hoy en día muchos dicen amar a Jesús, pero menosprecian a su cuerpo y esposa que es la Iglesia. Queremos ser consistentes con nuestro amor a Cristo, valorando la membresía, congregándonos fielmente el día del Señor, procurando hacer todo decentemente y con orden, celebrando las ordenanzas y promoviendo la piedad y la santidad de nuestra congregación, a través de la consejería mutua y la disciplina eclesiástica.

La Vida Congregacional

Dios nos ha dado salvación en Cristo para hacernos parte de su reino y creemos que ese reino se hace visible en este mundo a través de su iglesia, y particularmente de la iglesia local, que es nuestra familia espiritual. Valoramos ser el lugar donde crecemos espiritualmente y experimentamos juntos ser pueblo de Dios, en un marco de amor fraternal, servicio mutuo y relaciones redentoras, compartiendo juntos, tanto en el día del Señor, como en toda instancia de compañerismo.

La Adoración y Culto Público

Cada día del Señor (domingo) tenemos nuestro culto público. En él, la predicación y enseñanza de la Palabra de Dios, están en el centro de nuestra adoración pública a Dios. Junto con esto, celebramos al Dios Trino con alabanzas, oración, lectura de la Biblia, ofrendas y santa cena. Entendemos que Dios no debe ser adorado de acuerdo con nuestro propio entendimiento de cómo hacerlo, sino que su adoración debe ser de acuerdo con las directrices dadas en las Sagradas Escrituras.

Compartir El Evangelio

Procuramos compartir el evangelio en el contexto de nuestras relaciones cotidianas. Apuntamos a que el evangelismo sea una actividad constante de nuestros miembros y no solamente de los que predican y enseñan. Todo creyente debe estar dispuesto a llevar el evangelio principalmente mediante las palabras y el ejemplo que damos como fiel expresión de la obra de Cristo en nosotros mismos. El evangelismo del cual habla la Escrituras es una labor ardua y preciosa.

Las Doctrinas de la Gracia

Los Bautistas Reformados declaran su creencia sin temor alguno en aquellas doctrinas que algunas veces son llamadas Las Doctrinas de Gracia. Con esta expresión nos referimos a las doctrinas de la corrupción radical del ser humano, la elección incondicional de los redimidos, la redención particular, el llamado eficaz a la salvación de los escogidos, y la preservación de los santos. Nos regocijamos en estas grandiosas verdades que sostienen la soberanía de Dios en la salvación del hombre, y que tan gloriosamente afirman la realidad central de que la salvación es sólo por gracia y que la salvación es del Señor.

Nuestra Confesionalidad

Las confesiones de fe buscan sistematizar las enseñanzas bíblicas de modo que podamos dar una expresión comprensiva de lo que enseña la Palabra de Dios. Buscan también guiar y definir principios claramente enseñados en las Escrituras para advertir al pueblo de Dios contra del error y la herejía. Como IBGR nos adherirnos en forma plena a la Confesión de Fe Bautista de Londres de 1689. Esta confesión de fe representa claramente lo que creemos y sostenemos doctrinalmente en cuanto a los temas que ella contiene. Somos una iglesia confesional, sin embargo, creemos firmemente que solo las Escrituras son autoritativas en la vida del creyente.

Perspectiva Reformada

Como IBGR asumimos una perspectiva teológica reformada. Existe un conjunto de verdades bíblicas respecto de la salvación a las que comúnmente se hace referencia como “fe reformada” a las cuales adherimos. Estas grandes verdades son: Sólo la Biblia es la única autoridad y base de nuestra fe y práctica; Sólo por fe el pecador es justificado; Sólo por la gracia Dios otorga la Salvación; Sólo por medio de Cristo hay salvación; Sólo Dios merece la gloria en la obra de salvación. Estas verdades son distintivas de la fe protestante y reformada. En ellas vemos claramente que el Dios trino es soberano, aun en la salvación del pecador.
Nuestra identidad reformada involucra, también, nuestra perspectiva pactual en el entendimiento del plan redentor de Dios y en la interpretación de las Escrituras.

Congregacionalismo

Como IBGR, a la luz de la enseñanza de las Escrituras, asumimos un gobierno congregacional, entendiendo que Cristo es la autoridad suprema sobre su Iglesia. Sin embargo, por una parte, Cristo ha delegado autoridad a los ancianos para gobernar y dirigir los asuntos de la iglesia; y, por otra parte, ha dado libertad a la iglesia local para procurar que se cumpla la voluntad de Cristo en el ministerio de la iglesia a través del ejercicio de la elección de sus oficiales, es decir, ancianos y diáconos, el reconocimiento de sus miembros y la administración de la disciplina eclesiástica.

Es en este contexto congregacional, donde valoramos la membresía en la iglesia local, la disciplina eclesiástica, el ministerio mutuo y la pluralidad de ancianos.

Entendimiento Bíblico del Evangelio

Como IBGR procuramos tener un entendimiento bíblico del evangelio. Hay un solo evangelio al cual, ni hay que añadir, ni hay que quitar. Este evangelio está centrado en Cristo, quien murió, fue sepultado y resucitó, para consumar el plan eterno de redención, decretado, planeado y dispuesto por Dios Padre y administrado en los pecadores arrepentidos por la obra del Espíritu Santo. El evangelio bíblico presupone la corrupción radical del pecador, su incapacidad espiritual, su culpabilidad y justo castigo. El evangelio bíblico exalta la obra del Dios trino y en especial, la obra de Cristo en la cruz como único medio de salvación.

Entendimiento Bíblico del Evangelismo y la Conversión

La necesidad más profunda del pecador es reconciliarse con Dios y esa reconciliación sólo es posible a través del arrepentimiento y la fe en Jesucristo como Salvador. Debido a esta vital y urgente necesidad, procuramos presentar el evangelio de manera clara y explícita, entendiendo que quien produce el nuevo nacimiento es Dios.
El pecador está muerto espiritualmente, he incapacitado de hacer lo bueno o buscar a Dios, de tal manera que solo sólo Dios puede darle vida y convertirlo. Si una persona ha experimentado la verdadera conversión de la cual habla la Biblia, esta salvación se manifestará con frutos dignos de arrepentimiento en su vida.